jueves, 20 de octubre de 2011

La sin razón se va diciendo basta

Ya... es fácil sacar una sonrisa. Me refiero a disimularla, obviamente. Me quedé sin nada. Perdí todo en un mes. En un mes... se me fue la risa, esa que solo sabe cantar la verdadera felicidad. En un mes perdí totalmente mi concepto de seguridad, y no tengo ganas de hacer nada más que caer, y caer, y caer.
Y dejarme morir... y morir una y otra vez, viéndolo desde afuera, solo para agregarle dramatismo. Ese que necesito para, aunque sea, poder reírme de la tragedia.
Y así va a ser. Y voy a caer, y me voy a reír de mi misma. Voy a llorar y me voy a matar de a poquito. 
Otra vez, lo tengo asumido. Esta vez es la realidad, que ni me gasto en afrontar, esa en la que se que debo dejar a mi cuerpo consumirse.
Chau a la vida. ¿Para qué la necesito?
Y pronto veré el sol de noche, y ese será el fin.
[y me veré llorando desde lejos, y me reiré de mi desgracia]

No hay comentarios:

Publicar un comentario